jueves, 25 de marzo de 2010

De profundis

Noto el metal penetrar en mi piel,
no siento dolor porque el dolor viene de un lugar más profundo...
del fondo de mi ser,
intento llegar pero no puedo cortar más mi piel.
Mi mente me manipula,
soy una marioneta en este mundo artificial,donde nada es lo que parece.
Me sangran los ojos de tanto pensar,
no puedo apagar este fuego que nace dentro de mi,
y me consume cada día, no lo puedo remediar, moriré castigandome;
así de este modo, sangrando, derramandome por el mundo,
como un liquido insípido y vulgar;
seguiré castigandome, clavando cuchillas en mi corazón hasta mutilar este sentimiento...

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